Ponerse en la perspectiva de los compradores es vital a la hora de elaborar una buena estrategia de marketing inmobiliario. Los compradores tienen en cuenta varios requisitos a la hora de comprar una vivienda.
Los clientes actuales se fijan, fundamentalmente, en el precio y la ubicación de las viviendas. Los materiales y las calidades se posicionan como otro foco de interés. De igual manera que la distribución de los espacios y la posibilidad de realizar pequeñas reformas.
¿En qué se fijan los compradores a la hora de comprar una vivienda?
- Precio
El precio es una de las variables más valoradas a la hora de adquirir una vivienda. Según un estudio del portal inmobiliario Fotocasa, este factor es un requisito clave para más del 60% de usuarios.
El principal uso de las propiedades es como primera vivienda. Aunque una parte muy importante también se destina a segunda residencia.
- Ubicación
La ubicación se posiciona en muchas ocasiones como un factor determinante, donde los servicios de la zona también serán un condicionante importante para elegir una determinada promoción. Contar con un buen acceso a los medios de transporte, hospitales, centros escolares y comercios influyen de manera relevante en la decisión de compra.
- Calidad y ahorro energético
La calidad del interior y del exterior de las edificaciones influye en los compradores y cada vez más lo hace la eficiencia energética de las estructuras.
Las nuevas promociones tienen en cuenta el valor medioambiental y lo destacan en los procesos de comercialización, así como el ahorro energético y todas aquellas mejoras de cara a un ahorro en los consumos de suministros del edificio, zonas comunes y de las viviendas.
La calidad, el diseño, la luminosidad, la estética de las zonas comunes, el confort térmico y el acústico son aspectos que marcan la diferencia a la hora de tomar decisiones inmobiliarias.
- Rentabilidad
Como decíamos en anteriores post existe un perfil de comprador centrado en obtener rentabilidad. Estos compradores compran viviendas para posteriormente alquilarlas. En los últimos años se habla de un boom en el segmento del alquiler. Donde las adquisiciones de obra nueva y las propiedades aptas para reformar fomentan el auge del arrendamiento.
Los potenciales compradores de viviendas demandan todo tipo de productos y opciones de adquisición y tienen en cuenta estos factores a la hora de tomar sus decisiones de compra. Esto está ocasionando un fuerte repunte de la demanda, lo que hace que las promotoras tengan que adaptar la construcción del producto residencial a las demandas creando procesos y valores diferenciales que se conviertan en experiencias satisfactorias para el cliente.
Por todo ello es recomendable conocer el sector y contar con profesionales que sepan encontrar la sinergia perfecta entre la oferta y la demanda. Trazando estrategias de marketing inmobiliario adaptadas a cada proyecto y a cada target de cliente podremos impactar en cada buyer persona y conseguir nuestros objetivos de comercialización en función de cada segmento.
